Hace diez años, un fenómeno viral saltó a YouTube. Fue tal el éxito del vídeo que actualmente acumula más de 8 millones de visitas (sin tener en cuenta remixes, memes y parodias varias). En él, un autoestopista que acababa de salvar a una muchacha del intento de agresión por parte del conductor a base de hachazo limpio consiguió que todo Estados Unidos conociera la frase "Smash! Smash! Su-mash!". A partir de entonces, llegó una fama carroñera que él no quería y que acabó, tres meses después, con sus huesos en la cárcel y acusado de asesinato.