El 4 de mayo de 2000 Lucie Blackman, de 21 años y su amiga Louise Phillips, de la misma edad viajan a Tokio después de renunciar a sus trabajos como azafatas en British Airways para viajar por Asia. Alquilaron una habitación en el primer piso de una casa de huéspedes cerca del Estadio Olímpico de Tokio y, a pesar de solo tener visa de turista, consiguen trabajo en el bar Casablanca, en el distrito Roppongi de Tokio. Al igual que miles de otros clubes en Japón, el nuevo lugar de trabajo de Lucie requería que sus anfitrionas tuvieran citas con los clientes. El 1 de julio de 2000 le contó a su amiga que iba a salir con un hombre, con quien ya había salido antes y afirmó que él le había regalado un teléfono móvil y una botella de champán Dom Pérignon.