La ciudad de Sevilla se ha volcado en un emotivo homenaje a la cantante María Jiménez, quien había planeado al detalle su propio funeral. El féretro de la artista fue paseado en un coche de caballos por las calles de Triana, su querido barrio. En la iglesia de Santa Ana se celebró la misa funeral, donde estuvieron presentes su hijo y su nieta, así como Eugenia Martínez de Irujo, quien no pudo contener las lágrimas al abrazar a la hermana de la cantante. Finalmente, los restos de María Jiménez fueron trasladados al cementerio de San Fernando, donde descansará junto a su madre y su hija.