Ecuador se enfrenta a una grave situación de violencia y narcotráfico. Pandillas han llevado a cabo ataques contra prisiones y la infraestructura civil, tomando rehenes y detonando explosivos. El presidente ecuatoriano ha declarado el estado de "conflicto armado interno" y ha designado a 22 pandillas como organizaciones terroristas. Se han realizado arrestos y se teme por la seguridad de los ciudadanos. Estos ataques se produjeron después de redadas anticorrupción que implicaron a jueces y funcionarios penitenciarios. Los países vecinos han condenado los ataques y se han comprometido a respaldar a Ecuador en sus esfuerzos por mantener la seguridad. El gobierno ecuatoriano se enfrenta a un desafío complicado para combatir la violencia y el narcotráfico en el país.