En un mundo donde las preocupaciones financieras son temas candentes, la inflación y el alza de precios de los alimentos se han convertido en un quebradero de cabeza para todas las familias. Una tendencia que refleja, sobre todo, la situación del aceite de oliva, que ha alcanzado niveles récord, obligando a los consumidores a buscar alternativas.Uno de los caminos que están siguiendo los habitantes que están cerca de la frontera con Portugal es, directamente, cruzar la raya para comprar en el país vecino. Lo cuenta Ángel Acosta, que recorre 70 kilómetros para comprar aceite y otros productos en Portugal, desde Villavieja de Yeltes en Salamanca, como confirma en EFE. "Cada garrafa de aceite de 5 litros tiene una diferencia con España de entre 15 y 20 euros".