El British Museum de Londres, los National Museums de Escocia o el Great North Museum Hancock (que reúne en Newcastle una importante colección de arqueología), han decidido que, en la medida de lo posible, dejarán de usar el término “momia” para hablar más bien de “restos momificados” o "persona momificada" incluyendo cuando sea posible el nombre de la persona a la que pertenecen. Dicen que tiene un efecto deshumanizador. Lo explica Nacho Ares, egiptólogo y director de SER Historia.