Enfermedades crónicas tan importantes como el sobrepeso y la obesidad, los trastornos neurológicos y el cáncer guardan una relación directa con nuestros hábitos de vida y, por tanto, podrían prevenirse con una modificación en ellos. Tenemos un potencial valioso para estar sanos... los malos hábitos de vida suponen un boicot a nuestros genes de la salud y la longevidad.