Considerada durante mucho tiempo ciencia ficción, la minería en los asteroides está a punto de convertirse en una realidad. Podría ser la respuesta a la creciente demanda de minerales raros necesarios para nuestra revolución digital y transición energética. El consumo de tecnologías digitales y verdes se ha disparado, y utiliza cantidades ingentes de metales. Un smartphone de última generación contiene una compleja mezcla de metales: indio para la pantalla táctil, cobalto para la batería y neodimio para el vibrador. Los metales raros hacen posible la revolución digital y también la transición hacia las llamadas tecnologías verdes. El impacto medioambiental de la minería de metales raros en la Tierra es innegable. Minas contaminantes, residuos tóxicos, radiactividad y cáncer son algunas de sus consecuencias. ¿Necesitamos encontrar nuevos recursos, nuevos territorios que explotar?